sábado, 22 de febrero de 2025

Javier Milei, la gran estafa argentina

 


Milei, fuera de horario presidencial (¿?) frase de la Dip. Libertaria

Pagano), dijo apostar a “La innovación tecnológica”. En ese marco

alentó al empresario privado Julián Pehde, de la plataforma Kip

protocol para promover la cripto moneda $LIBRA, que vio la luz

gracias al posteo del Presidente del viernes 14 de febrero a las

19,00hs. Las cifras astronómicas que gestaron unos 76.700

inversores en apenas cuatro horas fueron suficientes para los

mentores de la cripto moneda que alentaron la economía

especulativa. Pero en el camino de la angurria no contaron con unos

5 retiros por casi 100 millones de dólares, producidos por quienes

“tenía data”, que desplomaron su valorización en el mercado de

capitales. El brote de inversores estafados no tardó en hacerse oir y

las denuncias conmovieron al país y a buena parte del mundo. Ante el

panorama reinante Milei posteó que "no estaba interiorizado de los

pormenores del proyecto" de la cripto $LIBRA y retiro de la

plataforma X el Tweet con el que contribuyó con su promoción a

consumar una gran estafa, que por estas horas se estima en casi 285

millones de dólares. Los funcionarios del gobierno, en modo

bomberos, salieron a intentar apagar el incendio minimizando lo

ocurrido a lo que llamaron un simple posteo de un “influencer”

despojado de su traje de Presidente. Casi 120 denuncias surgieron

ante este escándalo que ni twitteros libertarios y operadores

periodísticos pudieron acudir a salvar la imagen de Milei de manera

inmediata. La pregunta que surge en el ambiente es como se enfría

este episodio. Solo para comparar, vale considerar que al Senador

Kueider lo expulsaron, del Congreso de la Nación, por contrabandear

200.000 dólares en la frontera paraguaya, entonces cómo

reaccionará la política y la ciudadanía ante un presidente envuelto en

una estafa 120 veces más grande. Este episodio nos remite a pensar

que opinan, hoy, aquellos que consideran al gran ajuste argentino

como un milagro económico, donde el deterioro de la mayoría de los

ciudadanos están inmersos en precarias condiciones de vida,

estafados en su ejercicio de derecho político a tener autoridades

gubernamentales que los representen con dignidad. Por ello habrá

que exigir pronunciamientos e investigaciones de los poderes del

Estado: la Justicia y el Congreso; sobre lo ocurrido teniendo en

cuenta que la envestidura presidencial no sé mancha con asuntos del


sector privado y mucho menos con dinero proveniente de “monedas

turbias”. Milei, antes de asumir la primera magistratura, ya tenía

antecedentes con el manejo de monedas virtuales y en todos los

casos fracasaron en su aplicación, estafando a quienes creyeron en su

palabra. Se sabe que es un economista mediocre, que acarrea

denuncias de “Plagio” con libros de su autoría, que su liberalismo es

más cercano al Orden Conservador de Argentina 1880 que al de

Hayek en Camino a la Servidumbre. Su mundo es una gran estafa,

desde la promoción de un memecoint como un logro de la Argentina

liberal, como su lucha contra la “Casta” que terminó hundiendo a casi

30 millones de compatriotas en la pobreza e indigencia, la quita de

medicamento a jubilados, la quita de medicamentos a enfermos

oncológicos, enfermos de VIH, la quita de un plato de comida a más

de 2 millones de pibes, el recorte de presupuesto educacional,

universitario y a Organismos de Derechos Humanos, la No

construcción de un centímetro de rutas, ni de un metro de obra

pública ( que alguien me diga cuántas escuelas y hospitales

inauguró). El escándalo de la cripto moneda nos devuelve a la

realidad de una Argentina empobrecida, empujada a la colonialidad

que Mileilandia confunde como Soberana. Es necesario que la

oposición política actúe y de pronta manera. El debate recién

empieza. En rigor, el tema está en la sociedad y la mirada no deberá

desviarse ante lo que intente poner por delante el gobierno para

distraer.

Por último, el Presidente, deberá dejar de lado sus mesiánicos

discursos, considerar que ya no puede aspirar a ser reconocido como

un líder mundial y guardar el smoking porque su candidatura al

Premio Nóbel de economía le quedó extremadamente lejos.

La ciudadanía toda deberá pensar en políticas y políticos que nos

lleven a una lógica alternativa, pensando en resolver necesidades de

la población y superar el fetiche del “mercado”, la lógica

“privatizadora” y cualquier estrategia económica que imagine que

solo es posible la vida en el marco del régimen del capital.

Otro diciembre del 2001 no podemos permitirnos. Es momento de

volver a pensar en un país que nos incluya a Todes.


Néstor Javier Jordan. Licenciado en Trabajo Social