sábado, 29 de marzo de 2014

JORNADAS DE FOTOGRAFÍA

 

Más allá de la “pornografía humanitaria”

La imagen es una herramienta potentísima para trasladar mensajes

Sobre su papel a la hora de contar los conflictos o potenciar la cooperación y la ayuda al desarrollo se debate estos días en las I Jornadas de Fotografía Social en Barcelona organizadas por la Fundación Vicente Ferrer


por Pablo Linde- Barcelona

Hubo un tiempo en el que se hacía “pornografía humanitaria”. Los lastimeros niños desnutridos rodeados de moscas esperando ayuda son el mejor ejemplo. Eran las primeras campañas de las ONG, que consideraban esta táctica la mejor para tocar la fibra de sus potenciales donantes. Este tiempo se ha superado, según explica Josep Giralt, responsable de comunicación de la Fundación Vicente Ferrer (FVF) y de la expresión arriba entrecomillada. El proceso de transformación ha sido lento, desde principios de los noventa, gracias a un cambio en la sensibilidad de los ciudadanos y a “una gran autocrítica” por parte de las organizaciones. Pero la imagen sigue siendo una herramienta potentísima para trasladar mensajes. Es lo que se está debatiendo desde el pasado martes en Barcelona en las I Jornadas de Fotografía Social organizadas por la FVF y el Institut D'Estudis Fotogràfics de Catalunya.
Hoy no se busca dar lástima. Lo que se pretende es contar realidades. Y no siempre las más tristes y miserables. Al otro lado del objetivo hay personas y, por muy obvio que parezca, actuar con esta premisa sirve de salvaguarda para un resultado digno y profesional. Lo explicó el fotógrafo argentino Pablo Tosco, que trabaja para Oxfam Intermón desde hace seis años: “Necesitamos empatizar para que el otro te legitime a retratarlo. No se obtiene lo que las personas llevan dentro en un instante, es imprescindible dedicar tiempo”.
Paciencia. Un término que parece anticuado y casi incompatible con la avalancha de información cibernética que muchas veces premia al más rápido antes que al mejor. La ha cultivado como pocas Jane Evelyn, 66 años, más de 40 con una cámara, a quien le crispa la simple mención de Internet y la idea de que sus imágenes pululen por la red sin control. Ella, que ha dedicado una década a retratar mujeres en prisiones; ella, que se pasó ocho años viviendo con prostitutas para mostrar su realidad, asegura que alcanzar la intimidad con los fotografiados es fundamental para que la instantánea sea sincera y poderosa. Evelyn, cuyo trabajo sirvió para desterrar algunas prácticas abusivas de las penitenciarías norteamericanas, es muy escéptica cuando se le pregunta si se puede cambiar el mundo con la imagen. “Me conformo con que la gente sea consciente de lo que pasa, de mostrárselo de una manera en la que no lo verían”. Y pone el ejemplo de uno de los proyectos que más le ha marcado: los últimos meses de vida de Jean-Louis, uno de los primeros europeos que, a finales de los ochenta, le pusieron cara al sida, una enfermedad por entonces temible, tabú y muy desconocida. Vivió con él durante semanas para contar que era “una persona”, que la gente con sida “existía y podría ser cualquiera”.
Y un concepto tan abstracto y hermoso como la empatía hay que respaldarlo con algo tan concreto y desagradable como la burocracia. Juan Carlos Tomasi, fotógrafo de Médicos sin Fronteras, testigo de un sinfín de conflictos en cada rincón del mundo en el último cuarto de siglo, esgrimía unos papeles en la mano derecha: “Sin esto no hacemos nada”. Eran formularios de autorización que usa siempre que retrata a personas con estigmas sociales (enfermedades, víctimas de maltratos o explotación…).
La premisa es que el anonimato y la dignidad no valen menos en unos continentes que en otros. Y que la indignidad no vende más que la riqueza cultural, según contó Juan Alonso, documentalista de la Fundación Vicente Ferrer, quien cree que mostrar la cotidianidad de aquellos a quienes se pretende ayudar debe de ser la aspiración de cualquier organización. Giralt, en esta línea, se mostró autocrítico con el imaginario que se creó con respecto a los países en desarrollo. “Ahora nos planteamos el porqué de cada foto, debatimos hasta la saciedad cuál es la más adecuada, hemos superado el paternalismo y el eurocentrismo a la hora de mostrar lo que sucede en el mundo, pero es un proceso diario que continúa. Todavía queda quien hace espectáculo y busca audiencia con el sufrimiento de los demás, como el programa de Toñi Moreno de Televisión Española”, reflexiona.
Las catástrofes, los sucesos, son el caldo de cultivo perfecto para caer en estas prácticas, incluso para profesionales que están concienciados de que deben predicar con el ejemplo contrario. Es el ejemplo de los miembros de Groundpress, un colectivo de fotoperiodistas centrados en temáticas sociales. Ocurrió con las revueltas mineras de 2012, como explicó Arianna Giménez, una de sus integrantes: “Fuimos dos de nosotros a pasar unas semanas con los mineros y cuando volvimos a seleccionar el material nos dimos cuenta de que sólo teníamos neumáticos ardiendo. Existían y había que mostrarlos, pero dábamos la sensación de que un minero es una persona que se dedica a montar barricadas y a tirar piedras, sin fijarnos en el conflicto que hay detrás de eso y contribuyendo al cliché”. Como su objetivo era justamente huir de él, volvieron a pasar un mes con los mineros para buscar otros ángulos.
La mayoría de los participantes en las jornadas coincidieron en autoaplicarse una frase de Ryszard Kapuscinski: “Para ser buen periodista hay que ser buena persona”. Publicar imágenes sin implicarse, sin tomar partido, incluso, les resulta casi imposible. Esto lo lleva al extremo el rumano Mugur Varzariu, para quien la cámara es una mera herramienta de cambio, como podría usar otra, como la política. Con 44 años, solo lleva cuatro dedicado a la fotografía y, tras algunas incursiones a realidades lejanas a su país, se dio cuenta que no tenía que salir de sus fronteras para encontrar injusticias en las que mojarse. Es un abanderado de la defensa de las comunidades gitanas, un colectivo maltratado y discriminado en muchos lugares de Rumanía. Al contrario que Jane Evelyn, se muestra convencido de que puede cambiar cosas. Y presume de ello: “Soy el enemigo público número uno de los políticos en muchas ciudades de mi país. Gracias a mis fotos he conseguido movilizar a gente y ONG que no estaban haciendo nada para evitar desahucios y mejorar la vida de muchas personas. Yo, una sola persona”.
Dar voz a quien no la tiene, ésa es la idea con la que coincidieron la mayoría de los ponentes. Los cambios y mejoras, si llegan, lo harán después. Primero hay que hacer visibles los problemas.

jueves, 9 de enero de 2014

LA EXPLOSIÓN DE LAS DESIGUALDADES

Los ultra ricos

BERNARDO KLIKSBERG
El 2013 fue un año mediocre para la economía mundial, muy difícil para los hambrientos del mundo, los jóvenes desocupados y las clases medias en caída en Europa.
Pero fue nuevamente muy bueno para los billonarios. Según Bloomberg, los 300 mayores aumentaron sus fortunas en 524 mil millones de dólares, 1746 millones de dólares promedio cada uno.
Como sus fortunas crecen cada vez más, la desigualdad crece.
Así lo informan algunos de los bancos que los atienden. Según el Global Wealth Report 2013, del Credit Suisse Group, el uno por ciento más rico tiene ya el 46 por ciento de los activos mundiales. El 50 por ciento de menores ingresos, el uno por ciento.
Otro banco suizo, el UBS, produjo el World Ultrawealthreport 2013. Llama ultra ricos a los que tienen más de 30 millones de dólares como mínimo. Son 200 mil. Tienen un promedio de 139 millones de dólares. Subieron su patrimonio el último año en dos trillones, más que el Producto Bruto de la India.
Especialista en lujo, Gillon dice: “Lo que ganaron sólo este año les permitiría comprar todos los relojes suizos hechos en los últimos 50 años o pagar las suites de lujo disponibles en el mundo por todas las noches de los próximos 30 años”. Preocupado por venderles, informa que el 32 por ciento de su riqueza es líquida, y que “la paradoja es que tienen el dinero, pero necesitan inspiración y educación para el consumo de lujo”.
Frank escribió Richistan (2007). Siguió a las familias de ultra ricos y concluyó que “las familias de los ultra ricos, vengan del país que vengan, tienen más en común entre sí que con los vecinos de su país”.
Christie Freeland entrevistó a los muy ricos y publicó Plutócratas. El ascenso de los superricos y la caída de todos los demás (2013).
El uno por ciento más rico tenía en 1970 el 10 por ciento del ingreso americano y ahora, el triple. Se estima que 93 por ciento de las ganancias en la recuperación posterior a la crisis del 2009/10 fueron al uno por ciento más rico de EE.UU.
Freeland narra que la mayoría de los muy ricos que entrevistó viajaban el 50 por ciento del año. También, entre otras historias de sus “gastos”, narra el caso del dentista de súper ricos al que envían el jet para que venga a atenderlos.

La desigualdad importa

La 1/35.000 ava parte de la población tiene cerca de la mitad del producto bruto mundial. Tres mil millones de pobres, ingresos anuales de 730 dólares. Ambas cuestiones están interrelacionadas, que es lo que omite la crónica usual sobre los billonarios.
Obama llamó a la desigualdad (4/12/13) “el desafío que definirá nuestro tiempo”. Señaló que piensa dedicar el resto de su presidencia a reducirla. Mostró que un niño que nace en el 20 por ciento más pobre tiene una posibilidad en 20 de llegar al tope. Pero uno que nace en el 20 por ciento más rico, tiene un 66 por ciento de posibilidades de permanecer allí.
The New York Times editorializa que lleva “a recesiones más frecuentes, más endeudamiento en los hogares, y más cinismo y desesperanza”.
Entre las prácticas que la han acelerado están la degradación del salario mínimo y promedio, la acción monopólica, la especulación financiera y la elusión de impuestos por las transnacionales.
Los grandes intereses económicos no se dedican sólo a viajar, procuran defender el statu quo. The New York Times (28/12/13) refiere la “labor” de Craig Pirrong, profesor de Finanzas en la Universidad de Houston: “Mientras las empresas de energía y los intermediarios consiguieron fortunas comprando y vendiendo petróleo y otras materias primas, se posicionó como el duro defensor de los especuladores financieros... y rutinariamente ha dejado fuera de sus pronunciamientos públicos en favor de la especulación que ha tenido beneficios financieros de especuladores”. Otro de los defensores más citados de la especulación en los mercados agrícolas es Scott Irwin, de la Universidad de Illinois. Los montos especulativos pasaron de 13 billones en 2003 a 317 billones en 2008, e influyeron en la distorsión de precios, con efectos sobre el hambre de millones. Cuando se les preguntó a ambos profesores sobre sus vínculos financieros con los especuladores, dijeron que eso no influía en sus opiniones.

Algo pasa en América latina

En Centroamérica, 1025 millonarios tienen 137 mil millones de dólares. Son el 0,041 por ciento de una población de 43 millones de habitantes, con la mitad en pobreza extrema y 7,7 millones de desnutridos (El País, 29/9/23). Según el Informe del UBS, en Guatemala los 245 ultra ricos aumentaron su patrimonio de 28 mil a 30 mil millones de dólares en 2013. La cifra de desnutrición infantil sigue estacionada en el 48 por ciento. Mueren 20 madres cada 100 mil nacidos vivos (en Canadá 8) y sólo terminó la secundaria el 12,6 por ciento de las mujeres y el 17,4 por ciento de los hombres.
En Honduras hay 215 ultra ricos, que también subieron sus fortunas de 28 a 30 mil millones de dólares en 2013. Como los de Guatemala, pagan muy pocos impuestos. Mueren 100 madres cada 100 mil nacidos vivos y sólo termina la secundaria el 20,7 por ciento de las mujeres y el 18,8 por ciento de los hombres.
Algo está cambiando en América latina, porque el informe sobre los ultra ricos dice que “es la única región en donde bajaron en número y en patrimonio”.
Tienen “viento de cola” en contra, el reclamo masivo de los pueblos por equidad, en el que se han apoyado en países como Brasil, Argentina, Uruguay y otros las enérgicas políticas de protección social, suba de los salarios mínimos, apoyo a las pymes, regulación estatal y otras que ponen límites a la “ultra riqueza”.
Uno de sus efectos principales, al reducir la desigualdad, es que mejoran la calidad moral de la sociedad.
Así pensaba el padre de la economía de mercado, Adam Smith, que escribió en 1756: “La disposición a admirar y casi idolatrar a los ricos y poderosos, y despreciar a las personas de condición pobre y humilde, es la más grande y universal causa de corrupción de nuestros sentimientos morales”.
* La nueva obra del autor es Cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad (2013).

domingo, 17 de noviembre de 2013

Lecciones para la Cumbre sobre cambio climático

Las lecciones del tifón Haiyan para la Cumbre sobre Cambio Climático de la ONU




Democracy Now


El tifón Haiyan, una tormenta de dimensiones históricas, ha devastado a la población de Filipinas, mayoritariamente empobrecida. Miles de personas han muerto, cientos de miles permanecen aisladas, sin alimentos ni agua. En total, millones de personas han sido afectadas en todo el país. La lucha por la supervivencia compite con la urgencia por enterrar a los muertos, asistir a los heridos y el temor a sufrir los embates de las tormentas tropicales que pueden suceder al tifón. Al mismo tiempo, del otro lado del mundo, miles de negociadores, científicos, políticos y periodistas están reunidos en la Conferencia anual sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas, que este año tiene lugar en Varsovia, Polonia. Los fuertes vientos que azotaron Filipinas esta semana exigen vientos de cambio en la respuesta mundial al calentamiento global.
Durante la sesión inaugural de la 19ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 19) que está teniendo lugar en Varsovia, un valiente negociador acaparó la atención de todos los presentes al exigir que se tomen medidas para combatir el cambio climático.
“Lo que mi país está atravesando como consecuencia de los eventos climáticos extremos es una locura. La crisis climática es una locura. Sr. Presidente, podemos detener esta locura aquí mismo, en Varsovia”, afirmó Naderev “Yeb” Saño, representante de Filipinas, el país recientemente devastado por el tifón, cuando la cumbre dio inicio. Este no fue su primer llamamiento a un organismo de la ONU. El año pasado, en ocasión de la cumbre sobre cambio climático realizada en Doha, Qatar, y poco después de que el tifón Bopha dejara un saldo de 1.100 muertos en Filipinas, Saño imploró a los negociadores reunidos allí, mientras intentaba contener el llanto: “El resultado de nuestro trabajo no debe tratarse de lo que quieren nuestros líderes políticos, sino de lo que exigen los 7.000 millones de habitantes del mundo. Les pido a todos: por favor, no más demoras, no más excusas. Por favor, hagan que Doha sea recordado como el lugar donde hallamos la voluntad política para cambiar las cosas”.
Pero Doha no cambió las cosas. Uno tras otro, los informes confirman lo que establece la ciencia: el catastrófico cambio climático se está acelerando. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), una asociación integrada por más de 1.800 científicos que lidera la investigación sobre el cambio climático a nivel mundial y que compartió el Premio Nobel de la Paz con el ex Vicepresidente estadounidense Al Gore en 2007, acaba de publicar su quinto informe de evaluación. El IPCC informa, cada vez con mayor certeza, que el clima está cambiando y que este fenómeno es provocado por la actividad humana.
Jeff Masters es meteorólogo y fundador del sitio web Weather Underground. A diferencia de la mayoría de meteorólogos de la televisión estadounidense, que no suelen vincular los eventos climáticos extremos con el cambio climático, Masters realiza esta conexión en forma habitual. Afirmó en el programa de noticias “Democracy Now!”: “La ocurrencia de este tipo de tormentas fuertes de categoría 5 ha aumentado. Y, cuando ocurren, una mayor proporción de ellas ocurre con una intensidad extremadamente alta”. Masters y el IPCC señalan que un evento climático aislado no puede atribuirse directamente al cambio climático, pero la frecuencia y la intensidad de las tormentas aumentarán.
Mientras que la ciencia es fría y debe someterse a revisión, la realidad en los lugares afectados por estos eventos climáticos es cruda y mortal. El tifón Haiyan (que en Filipinas se denomina Yolanda) es tan solo el ejemplo más reciente. El huracán Sandy azotó hace un año los estados de Nueva Jersey y Nueva York, y provocó la paralización de una de las ciudades más grandes del planeta.
Es demasiado prematuro calificar de fracaso a la cumbre sobre cambio climático de la ONU en Varsovia. Hay negociadores honestos reunidos en Polonia, además de activistas, tanto dentro del Estadio Nacional, donde tiene lugar la conferencia, como fuera, en las calles. Los activistas de Greenpeace están llamando la atención acerca de la fuerte dependencia de Polonia de las plantas de energía a carbón. Una de sus acciones consistió en proyectar el siguiente mensaje sobre las grandes chimeneas de humo: “el cambio climático comienza aquí”. Al mismo tiempo, otros 28 activistas de Greenpeace podrían ser condenados a siete años de prisión en Rusia por manifestarse contra la primera plataforma de exploración petrolera en el Ártico. Los dos periodistas que cubrieron la protesta afrontan los mismos cargos.
Muchos consideran que Varsovia es solo un paso previo de cara a la cumbre sobre cambio climático que tendrá lugar en París en 2015 y, por lo tanto, reconocen que no es posible adoptar medidas urgentes. Pero, ¿por qué? En la cumbre sobre clima de 2011 realizada en Durban, Sudáfrica, una representante de la delegación de jóvenes se dirigió al plenario de cierre y expresó su frustración con el lento avance de las negociaciones. Anjali Appadurai sostuvo: “Han estado negociando desde que nací. En todo este tiempo, no cumplieron con ninguno de los compromisos asumidos. La ciencia nos dice que tenemos un plazo máximo de cinco años para evitar el cambio climático irreversible. Ustedes dicen ‘dennos diez’. La mayor traición a la responsabilidad de su generación con respecto a la nuestra es que denominen a esta meta como “ambición”. La "ambición" ha sido descartada por considerarla radical, o políticamente imposible. Pensar a largo plazo no es algo radical. Lo que es radical es cambiar por completo el clima del planeta, comprometer el futuro de mi generación y condenar a millones de personas a morir a causa del cambio climático. Lo radical es descartar el hecho de que un cambio es posible”.
El principal negociador de Filipinas, Yeb Saño, seguirá luchando, tanto por su familia, gran parte de la cual fue afectada directamente por el tifón Haiyan, como por el proceso de negociación. Culminó su intervención en la sesión inaugural de la Cumbre de Varsovia con un anuncio: “Sr. Presidente, digo esto con total sinceridad, en solidaridad con mis compatriotas que están luchando para obtener alimentos en mi país, y con mi hermano que no ha tenido alimentos durante los últimos tres días. Iniciaré una huelga de hambre voluntaria por el clima. Esto significa que dejaré de comer voluntariamente durante esta Cumbre hasta que haya un resultado real en vista. Se le han dado muchos nombres a este proceso, se ha dicho que es una farsa, que es una reunión anual sin sentido que implica una gran huella de carbono para viajeros frecuentes. Muchas veces se la ha calificado de diferentes maneras, y eso duele. Sin embargo, podemos demostrar que se equivocan. Sr. Presidente, mi delegación lo apela en forma respetuosa a que lidere este proceso y permita que Polonia, Varsovia, sea recordada por siempre como el lugar donde realmente tuvimos la voluntad de poner fin a esta locura. Si este es nuestro imperativo aquí en Varsovia, puede confiar en mi delegación. Sr. Presidente. Creo que aún podemos lograrlo”.

Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
© 2013 Amy Goodman
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 750 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 400 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Día de los muertos en México



Cuenta Lorenza Flores, una señora de 74 años, que en San Antonio Tecómitl, un pueblo semirural a las afueras de México DF, existe una historia que confirma que cada 2 de noviembre los muertos vienen a visitar a sus familias.

El cuento de Lorenza Flores dice: “Una vez una señora del pueblo le dijo a su esposo que le comprase unas velas para los papás de él. Pero el señor le dijo: ‘A mis papás no les compro nada, que ellos nunca vienen en los muertitos. Ponles solo unos ocotes”. La señora Flores explica que un ocote es un palo seco que se usa para prender la lumbre. Luego continúa la narración. “Entonces él se fue al monte a leñar. Y cuando ya se hizo tarde vio una fila de muertos pasar y los últimos de la fila eran sus papás, que llevaban los ocotes encendidos. Él los vio y se espantó, porque se dio cuenta de que ellos sí venían el Día de Muertos, y a partir de ahí todos los años le puso sus velas a sus difuntos”.

Mientras cuenta la historia, Lorenza Flores, sentada al atardecer con un manta sobre las rodillas, le va quitando pétalos a un ramo de flores de color amarillo y las va echando a puñados al borde de la tumba de su marido, Sergio Roldán, fallecido en 1994. Su hija y sus nietas se están ocupando de adornar el lecho de muerte del señor. Aquí, en Tecómitl, tienen la tradición de mojar la tierra de las tumbas de sus difuntos, hacer lodo con ella y formar esculturas que recuerden a ellos. La familia Roldán, sobre los restos de su patriarca (albañil y campesino), ha levantado un montón de barro con forma de féretro sobre el que han sentado, con la espalda apoyada en la cruz del muerto, un esqueleto vestido como vestía el señor Roldán cuando era niño: camisa y pantalón de tela blanca, huaraches (sandalias) y un sombrero redondo de paja. Además le han puesto una cerveza entre las manos.

-Le gustaba tomar -dice una hija.

-Le gustaba no, le encantaba -corrige la viuda con rigor histórico.

Poco después, le ponen al esqueleto un cigarro en la mano y se lo encienden. Ahí también interviene Lorenza Flores. Dice que si bien el hombre era bastante bebedor, lo que no se le puede achacar es que fumase muchos cigarros. Pero a los jóvenes de la familia les apetecía colocarle un Camel entre los dedos al esqueleto.

El rito escultórico de San Antonio Tecómitl es un espécimen extraño dentro de la miríada de celebraciones de difuntos que se hacen por todo México cada 2 de noviembre. En la capital es poco conocido, aunque está al lado de Mixquic, un pueblo muy famoso por su día de difuntos. De Tecómitl habla en su libro Ciudad de México desconocida el reportero Édgar Anaya-Rodríguez, un rastreador de bellas rarezas del DF que en su texto apunta que en este pueblo nadie sabe bien de dónde viene la tradición de esculpir el lodo de los muertos: “Hay quien le atribuye unos cien años de antigüedad e incluso algunos dicen que es costumbre virreinal”.

El camposanto se divide en tumbas de adultos, a la izquierda del pasillo central, y tumbas de niños a la derecha. En este lado trabajaba esta tarde Víctor Ayala sobre el lecho de su hijo Ángel Isaías, fallecido en 2007 a los cinco años. Este año el señor Ayala le ha construido un helicóptero de lodo al niño. Incluso le ha incorporado unas hélices a las que les ha puesto un motorcito que las hace rotar con ayuda de la energía que roba de un cable de la red eléctrica del cementerio. Víctor Ayala también sostiene que los difuntos regresan el Día de Muertos.

-En la casa, cada año se oyen ruidos cuando llegan los niños -dice Ayala.

-¿Pero por qué habla en plural, si usted no tiene más de un hijo fallecido?

-Ah, eso es porque los muertitos siempre vienen acompañados, nunca viene uno solo. Por eso yo oigo varios pasos.

No todos los familiares hacen virguerías como el helicóptero de Ayala o el esqueleto cervecero de los Roldán. Por lo general se limitan a acumular lodo sobre la tumba y a adornarla con flores, sobre todo cempasúchiles naranjas y amarillos, o a dibujarles figuras de animales -esta tarde, por ejemplo, en el lecho de un niño habían trazado un búho y en el de un señor una araña-, formas geométricas, como las grecas prehispánicas, o una catrina, la calavera tradicional mexicana .

Para las esculturas más elaboradas hay incluso un sencillo concurso en el que se premian las mejores tumbas con despensas como frijoles, arroz, café, azúcar, papel higiénico o latas de atún. Pero eso no es lo que impulsa a las familias que esculpen con las manos la tierra de sus difuntos, como aclaraba esta tarde Roberto Vanegas Jr., hijo de Roberto Vanegas, fallecido en los años ochenta, de oficio panadero, chofer y carpintero. Este año le han construido una panadería con su horno correspondiente. Alrededor del horno han colocado una cuadrilla de esqueletos de juguete que forman la plantilla laboral de la panadería. Unos meten un pan en el horno, otros elaboran la masa sobre la mesa -masa de pan real- y otros se toman un descanso y beben una cerveza en miniatura.

El ambiente en el camposanto de Tecómitl es festivo. En torno a las tumbas se reúnen las familias a charlar, a comer -esta tarde al lado de la tumba de un niño había un señor asando carne de res a la parrilla-, a beber y a rezar. En un grupo grande unos adultos que parecían entonados por el licor le pedían a una chica de la familia que danzase - “¡¡Báilale, báilale!!”-, por otro lado una mujer le pedía a una niña que no tocase las flores ajenas -“Son de los muertitos, no son tuyas”-, y en la zona de las tumbas infantiles una muchacha decía pensativa entre los túmulos de tierra: “Cuántos bebecitos...”.

Al anochecer, el panteón de Tecómitl se queda a oscuras, iluminado sólo por las hogueras de las familias y por las velas. En el aire, el olor del copal, una resina que se quema en las tumbas con la intención de purificar el alma de los que están al otro lado.

A última hora, en una de las tumbas del camposanto estaba reunida la familia de Eustolio Aguilar, fallecido en 2003 a los 73 años. A él le han decorado la tumba con flores y le han puesto una botella de tequila. Un señor de la familia precisa que lo bebía directo de la botella: “A puro Pedro Infante”, dice, aludiendo al mítico actor mexicano. También le han dejado un camión de juguete, porque Eustolio Aguilar tenía una empresa de trailers. Su familia dice que dejar los regalos ahí es seguro. No creen que nadie vaya al camposanto de Tlecómitl ha robarle a don Eustolio su licor y su camión. Una de sus hijas dice que la gente no le quita nada a los muertos porque teme que se cabreen y que luego, cuando el ladrón esté durmiendo en su cama, lleguen los difuntos "a agarrarles las patas". En México la muerte es respetada. A la muerte, no se le roba.

lunes, 14 de octubre de 2013

Racismo y exclusión

En Perú, el negro es un color invisible

La mitad de los peruanos afrodescendientes han sido insultados al menos una vez en la calle y cuatro de cada diez se han sentido discriminados

Fotograma de la campaña 'Orgullosamente afroperuano'
La mitad de los peruanos afrodescendientes han sido insultados al menos una vez en la calle, y cuatro de cada diez se han sentido discriminados en sus lugares de trabajo, o en tiendas y otros espacios públicos.
Las cifras son del Centro de Estudios y Promoción Afroperuanos, quienes denuncian que a pesar de algunos avances, los afroperuanos continúan siendo invisibles tanto para el Estado como para la mayor parte de la sociedad.
De hecho, la imagen internacional del país está ligada principalmente a la herencia incaica, a Machu Picchu, y a la población indígena. Es una imagen que deja de lado la diversidad y la complejidad de la geografía humana del Perú y, muy especialmente, a los afrodescendientes.
Y si se habla de ellos es solo para mencionar algunas figuras que han destacado en la música o el deporte. Un hecho que, a juicio de muchos afroperuanos, no hace más que reforzar los estereotipos.
“Cuando yo digo que yo no bailo, yo no cocino, yo no toco ningún instrumento, me dicen: ‘¿cómo puedes ser negra? ¡Eres una negra bamba! (falsa)’”, explicaba recientemente una joven afroperuana del departamento de Lambayeque.

Racismo y exclusión

“A pesar de vivir en su mayoría en zonas urbanas, el 70% de los afroperuanos encuestados que había enfermado el año anterior, no había buscado atención médica, debido a la falta de acceso y la discriminación percibida. En el mismo grupo, el 27,7 % padecía problemas crónicos de salud”, comenta Germán Freire, especialista en Desarrollo Social del Banco Mundial.
La última vez que se incluyó una variable racial para conocer la cantidad de afrodescendientes en Perú fue en el Censo de 1940, y solo actualmente se vienen realizando esfuerzos por integrarlos realmente a las estadísticas nacionales. Se calcula que un tercio de la población de Latinoamérica -unos 150 millones- es afrodescendiente.
Esta discriminación no es solo una cuestión de racismo, sino que tiene consecuencias reales en la vida de muchas personas que quedan excluidas de la sociedad y sin acceso a sus derechos más fundamentales.
De hecho, la Defensoría del Pueblo, determinó que -comparados con el resto de la población- los afroperuanos están rezagados en áreas como la salud, educación y oportunidades de empleo.
Un ejemplo claro de esta realidad se vive en la ciudad de Piura (1.000 km al norte de Lima), donde el 26% de los niños afroperuanos no están matriculados en la escuela.
Pero Perú está tomando medidas para remediar esta situación. El Ministerio de Cultura y la Defensoría del Pueblo, realizarán en noviembre de 2013 la primera encuesta nacional dirigida específicamente a los hogares afro peruanos.
Se espera que esta encuesta permita encontrar información detallada que sirva de base para el Censo Nacional de 2017, en el que se incluirán preguntas relevantes para validar cuestiones étnicas y raciales en todo el país.
Hace poco, el Ministerio de Cultura de Perú y el Banco Mundial inauguraron la muestra fotográfica y audiovisual Afroperú, que incluye veinticinco retratos hechos por el fotógrafo Kike Arnal.

martes, 17 de septiembre de 2013

Conferencia de la investigadora mexicana Marcela Lagarde

El feminismo en la agenda política







Por Mariana Carabajal

“Si el Estado tuviera perspectiva de género, si fuera entonces más democrático, no habría tolerancia social a la violencia hacia las mujeres y por lo tanto al feminicidio”, advirtió la académica e investigadora mexicana Marcela Lagarde, figura destacada del feminismo en América latina, de visita en Buenos Aires. Lagarde dio una clase magistral sobre “Violencia feminicida y los derechos humanos de las mujeres” a destacados referentes de la Justicia local. La presidenta de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal y titular del movimiento Justicia Legítima, María Laura Garrigós de Rébori, fue la comentarista de la actividad. “Si el feminismo no se convierte en tema de agenda política, no vamos a llegar a una verdadera democracia”, consideró Garrigós, al tiempo que se preguntó “dónde están, en las plataformas de los candidatos (a legisladores de las próximas elecciones), estas preocupaciones” sobre la violencia machista y sus consecuencias en la vida y la muerte de mujeres.
La disertación de Lagarde fue organizada por el Observatorio de Género en la Justicia, que encabeza la filósofa feminista Diana Maffía, junto con el Centro de Formación Judicial del Poder Judicial porteño. El auditorio fue selecto: veinticinco personas, la mayoría mujeres, del ámbito de la Justicia, de la política y los medios de comunicación, con trayectoria en la defensa de los derechos de las mujeres.
Lagarde es etnóloga y doctora en antropología, autora de numerosos libros y artículos de gran influencia sobre estudios de género, desarrollo humano, democracia genérica, poder y autonomía de las mujeres, además de catedrática de la Universidad Nacional Autónoma de México y profesora invitada en diversas universidades latinoamericanas y españolas. Fue diputada entre 2003 y 2006 y se destacó durante su gestión por llevar adelante una investigación sobre los crímenes de mujeres en Ciudad Juárez, para los que acuñó el término “feminicidio”. Junto con otras legisladoras impulsó la sanción de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida libre de violencia, vigente en México desde 2007. Y más recientemente, desde la sociedad civil, promovió la incorporación de la figura del feminicidio en los códigos penales estaduales: hasta el momento, señaló, se ha tipificado como delito en 14 de las 32 entidades del país.
Entre el público se ubicaban el presidente del Tribunal Superior de la Justicia de la Ciudad, Luis Lozano; la jueza de ese tribunal Alicia Ruiz; Nelly Minyersky, experta en Derecho de Familia; Josefina Fernández, a cargo de la Oficina de Género del Ministerio Público de la Defensa; Virginia Simari, presidenta de la Asociación de Mujeres Jueces de la Argentina, y Analía Monferrer, coordinadora de la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema. También estuvieron las diputadas porteñas María José Lubertino y María Elena Naddeo.
Lagarde contó cómo se involucró en la investigación de los asesinatos en Ciudad Juárez, donde hay más de 450 mujeres asesinadas identificadas y se estima que son casi cinco mil las desaparecidas en una década y media. “En Juárez se hablaba de asesinatos seriales, cometidos por camioneros, o mafiosos. Había todo tipo de hipótesis, se decía que estaban vinculados con las maquilas. Inclusive se creó un estereotipo sobre las víctimas, jóvenes, obreras, de cabellos morenos, bonitas”, señaló. Sin embargo, la investigación determinó que los asesinos eran hombres comunes, la mayor parte conocidos de las víctimas, parientes, esposos, novios, ex esposos, padres, hermanos, vecinos, amistades familiares o compañeros de trabajo o escuela, o desconocidos. Algunas mujeres han sido víctimas de las mafias, pero son un porcentaje chiquitito. Esa investigación la extendió luego al resto de México, donde llegó a las mismas conclusiones. Pero a partir de analizar la tasa de homicidios de mujeres cada 100 mil habitantes, se descubrió que en realidad Juárez no era el único lugar donde mataban mujeres, ni tampoco el sitio donde había más crímenes de mujeres, a pesar de que esos homicidios llegaron a tener repercusión internacional. En 2004 –cuando se hizo el relevamiento–, todo el estado de Chihuahua –al que pertenece Juárez– ocupó el sexto lugar en el país en cuanto a la tasa de homicidios de niñas y mujeres. Otra constante que encontraron, tanto en Juárez como en el resto de México, fue la presencia de irregularidades en las actuaciones judiciales y policiales en la pesquisa de los crímenes de mujeres y, por tanto, una gran impunidad como problema del Estado.
Lagarde indicó además, que “en las regiones donde hay crímenes contra mujeres, hay otras formas de violencia machista que están presentes en la vida social, de forma constante, tolerada socialmente y por las autoridades, que crean un clima de impunidad”.
Lagarde definió el feminicidio como el genocidio contra mujeres que sucede, dijo, “cuando las condiciones históricas generan prácticas sociales que permiten atentados violentos contra la integridad, la salud, las libertades y la vida de niñas y mujeres”. También consideró las muertes vinculadas con embarazos y abortos inseguros como “feminicidios”. En la Argentina, se adoptó el término “femicidio” para los asesinatos de mujeres por razón de género.
Lagarde sostiene que los feminicidios, que pueden ser perpetrados por conocidos o desconocidos de la víctima, tienen en común que las mujeres “son usables, prescindibles, maltratables y desechables. Y desde luego, todos coinciden en su infinita crueldad. Son, de hecho, crímenes de odio contra las mujeres”.
La antropóloga contó que en una oportunidad, un gobernador de un estado mexicano le anunció que su gobierno compraría helicópteros para patrullar las ciudades para proteger a las mujeres e instalarían cámaras de seguridad en las calles. Ella le respondió: “¿Cómo van a monitorear con helicópteros y cámaras las casas para cuidar a las mujeres de sus esposos, de sus hijos, de sus amantes, que son los feminicidas?”.
“Mientras no eliminemos la supremacía violenta de los hombres comunes y corrientes no podremos eliminar las violencias contra las mujeres y el feminicidio. Eso –añadió– implica cambios sociales, educativos y jurídicos muy importantes: hay que cambiar la mentalidad de jueces y juezas que todavía tienen pensamientos de hace un siglo. Si no cambian las instituciones, no podremos avanzar.”

domingo, 15 de septiembre de 2013

Entrevista a Rigoberta Menchu

"Un premio Nobel no puede estar a favor de una invasión"

La líder guatemalteca abrió ayer el Foro Internacional sobre los Derechos de las Mujeres. Habló de Obama, la paz amenazada en Siria y los desafíos de la agenda de género en su aguda visión.

La Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú encabezó ayer, junto a su par Adolfo Pérez Esquivel, la apertura del Foro Internacional sobre los Derechos de las Mujeres, que se desarrolla en la ciudad de Mar del Plata. 
En diálogo con Tiempo Argentino, la líder indígena guatemalteca habló sobre la posible invasión a Siria, la vulneración de los organismos internacionales de Derechos Humanos, la equidad de género, el juicio a José Efraín Ríos Montt y señaló: "Estuve muchísimos años en la ONU hablando de comas y puntos. Y al final salí frustrada. Porque ya hay muchas normas y convenios. Demasiados textos. Tenemos que ir a la acción." 
   
–¿Cómo promover la paz en un contexto de inminente invasión a Siria?
–Hemos sido contundentes contra Kissinger, Reagan, Bush padre e hijo. Pero también en contra de las instancias que se crearon para hacer la guerra, como la OTAN. Incluso la gran preocupación de América Latina es que algunos países están dispuestos a participar en las intervenciones de la OTAN. Sabemos qué pretenden los poderes. Seríamos cómplices si no reaccionáramos. Adolfo hizo una carta muy ilustrativa al presidente Obama, que firmamos varios premios Nobel. No estamos presionando a un jefe de Estado, o a los poderes militaristas o fascistas de Estados Unidos. Estamos hablándole a un colega para que use su doble rol. Recordarle que un premio Nobel no puede estar a favor de una invasión, ni mucho menos de una intervención. No se corresponde con nuestra conciencia universal de paz. Obama debe incidir en su rol de presidente. Porque él, además, proviene de la larga lucha del pueblo negro. Le hemos dicho: ‘Ojo, la decisión va a repercutir en la historia de pueblos que tienen que ver con usted.’ Es un llamado ético, poderoso, en un contexto en el que la humanidad está quieta, y no lucha contra el militarismo. Mientras exista este panorama, mientras la guerra siga siendo un negocio todos podremos ser víctimas. No sólo Siria, Irak o Haití.

–¿Qué opina del rol de los organismos internacionales?
–Esperamos que Obama deposite todo tipo de apoyo para que la ONU juegue un papel independiente, pleno, soberano y sin presiones. Porque cuando los países se entrometen y se disfrazan de Naciones Unidas, la ONU no cumple su papel. Hoy las instancias mundiales están vulneradas. Debemos rescatar a la ONU, exigir que sea mediadora, que cumpla con su propósito. El Consejo de Seguridad tiene que jugar una carta, aunque no confío en que pueda tener esa capacidad.
–Usted habló de una cultura de la paz, ¿qué implica?
–La paz es un tema de educación que le permite al ser humano valorar otras formas de resolver controversias. No se puede si no hay un código de respeto. En el exceso de materialismo, vale más un arma que la vida de una persona. Sólo se busca acaparar los bienes de una nación. Es una lástima que todas las instituciones que en algún momento pudieron haber evitado que la paz se convirtiera en sinónimo de guerra, no lo hayan hecho. Y estoy hablando incluso de las instituciones religiosas. Porque las religiones nacieron por un concepto de paz diferente. ¿Qué paz voy a reclamar como cristiano si lo que se ha permitido es la guerra? Ahí hay una doble moral.
–¿Cómo se vincula la paz con los derechos de las mujeres?
–Quienes tomaron las decisiones de ir a la guerra fueron los hombres. Afortunadamente, son pocos los casos en que las mujeres invadieron con tropas. Las mujeres nunca fueron colonizadoras, ni jefas de batalla. En los últimos años nos sentimos orgullosas de las mujeres guerrilleras que se alzaban y cargaban un arma en la montaña. Me refiero a la parte social, la rebelión contra las dictaduras. Pero las mujeres siempre han sido espectadoras y víctimas directas. Los delitos más espeluznantes, como el femicidio y feticidio, están vinculados a la crueldad contra las mujeres. Hoy tenemos que apostar por nuevos liderazgos y no veo paz si no hay equidad de género, equidad étnica y generacional.

–¿Cuáles son los desafíos más urgentes en la agenda de las mujeres?
–Para una agenda perfecta debemos poner en práctica este sistema de equidades. Porque de lo contrario se hace una lucha contra los hombres. Hoy debemos abrir un nuevo capítulo, uno más pragmático. Hay mujeres que parecían grandes progresistas, luchadoras incansables por sus derechos, pero vemos que son racistas, autoritarias. Creo que hay que hacer una lucha más integral. Hoy hay diversas demandas por la tierra, el salario justo, la participación política. Las mujeres ya no somos la mujer, ese prototipo que nos habían puesto. Por eso, tenemos que confluir en una agenda común. Si estamos en contra de la exclusión, debemos transformar a las instituciones públicas para hacer políticas con presupuestos y transparencia. Hay temas que son de la sociedad y tenemos que estar presentes en ellos.

–¿Cómo vivió la condena a José Efraín Ríos Montt y luego su anulación?  
–Durante 33 años de mi vida he pedido justicia en cualquier tribunal del mundo y he hablado de la verdad de las víctimas. Lo que más deseaba era ver a las víctimas delante de unos jueces, y a los victimarios sentados del otro lado. Cuando vi ese escenario, me di por satisfecha. Porque la verdad que defendí no es una verdad en la calle, sino de un tribunal. Parte del expediente de Ríos Montt está en la justicia de España. En 1999, presenté una demanda y he logrado que se acreditara la verdad del genocidio en todo el país. El juicio contra Ríos Montt es el comienzo. El final no lo veremos porque la justicia no está preparada para juzgar el genocidio, porque la impunidad prevalece. Pero la causa está en un tribunal y eso no se puede borrar. Esa sentencia quería verla antes de morir y así ocurrió. «